Buenas tardes, soñadores.
Cuando Javier subió a Instagram la noticia de que venía a Barcelona y en tan buena compañía, el hype fue real. Enseguida engañé a un par de amigos míos para que me acompañaran, porque aunque ellos no lo conocen, se apuntan a cualquier presentación de libros siempre que estén disponibles. Esperé los días previos con un montón de preguntas rondándome por la cabeza sobre este libro y otras cosas y, que bien para mi, que en su mayoría, todas estas preguntas se las hizo Rush a Javier, así que me ahorré el marrón de hacerlas yo en frente de tal multitud.
Mis amigos, alegando que si ellos no lo conocían, poca gente los conocería, no se esperaban que al llegar ahí 45' antes de la hora, que para ellos les pareció muy temprano, todas las sillas ya estarían llenas y, además, habría ya gente por los laterales sentados en el suelo. Os dejo una imagen que tomó Chris|Córom VLOGS des de la esquina más opuesta a la entrada y donde se nos ve a todos levantando Las Crónicas. Rush hizo una panorámica de toda la sala que subió Javier en su Instagram y que os dejo en este enlace.
Fue una presentación muy entretenida y llena de momentos de conexión autores - lectores. Javier y Lola hablaron sobre sus personajes favoritos, sobre su trabajo codo a codo, sobre todo lo que tuvieron que estudiar acerca de los circenses, sus visitas obligadas y horribles (noten el sarcasmo, por favor) al Cirque du Soleil (el cual yo también he tenido el placer de ver en cuatro ocasiones distintas y que realmente recomiendo como experiencia que se debe vivir en la vida al menos una vez)... Todo esto respondiendo a las preguntas formuladas por Rush. Cuando llegaron el turno de las preguntas del lector, no dudaron en responder con total sinceridad y sin perder su tónica de soltarnos más de una carcajada. Quiero destacar una pregunta que se hizo y me pareció realmente importante: 'Javier, ¿por qué domador de delfines?'. Sí, esa pregunta salió, y Javier lo tuvo claro al contestar que a él le encantan las orcas y los delfines, pero con que las orcas se lo comerían sin dudarlo, se quedó con solo domador de delfines. Creí que lo debíais saber.
El tiempo pasaba y las preguntas no paraban de surgir, pero se vieron obligados a cortar por lo sano si queríamos nuestros libros firmados y nuestra foto. Es aquí donde empezó la locura aun más mayor, ahí y cuando llegaron, momento en que toda la sala se puso en pie a gritar y a aplaudir. Cuando llegó el momento de la firma, las hormonas de la mayoría de chicas estaban más en modo 'Dios mio, que lo vamos a tocar'. Yo aproveché a uno de mis amigos para que me firmara también Tempus Fugit, el primer libro que leí de Javier y que atesoro como nada en el mundo ruesquil (jajaja, lo siento, es que tengo un mundo para cada autor y un autor para cada mundo). Cuando los tuve delante, aproveché el tiempo al máximo: foto, alagos, felicitaciones y abrazos y besos a todos.
De Javier me llevé beso, abrazo y un 'me gusta tu collar' (llevaba el collar multifandom que podéis ver en la foto donde salgo con los tres) a lo que respondí que 'sabía que te gustaría' supongo que acompañada de unas mejillas sonrosadas. Cuando pasó detrás mi amigo que pidió que me lo firmaran a mi nombre, le dije a Javier que Tempus Fugit era el primer libro que leí de él, que me encantó y que es como un tesoro para mi, Javier me respondió con un, cito prácticamente textualmente, -gracias por seguir leyendome y no tirar mis libros en plan, ''vaya basura es esta''!-, lo cual, como no, hizo que riera rato y demostró, una vez más, lo campechano que es.
De Rush me llevo también beso y abrazo, además le pude decir lo que se parece a un primo mio (lo cual es cierto, me lo recuerda mucho) y que me encanta su estilo de edición, porque, aunque no se lo dije ni creo que lo sepáis, yo tuve una época YouTuber de edición de vídeos y se lo que llega a costar.
De Lola, otro beso y abrazo, ¡si es que cuando me lo propongo soy todo amor! Y la felicité por sus ilustraciones, destacando para mi las de Kyle como trapecista, aunque Lavelle sea preciosa y siempre se lleve la fama.
Tras todo esto, y una foto, ya me tuvieron que echar, así como suena. Me pareció que hice y dije mucho en muy poco tiempo, pero valió la pena la espera.
De este día me llevo un gran recuerdo que he querido compartir con vosotros. Y os recomiendo, sin dudarlo, que si tenéis la oportunidad, no solo que leáis a JAvier, sino que también lo vayáis a ver. Pocas personas se encuentran como ellos hoy en día.
Y ahora, permitidme la licencia de un cambio de saludo en su honor:
¡Hasta pronto, supervivientes!